martes, 2 de diciembre de 2014

Brochetas: todo lo que da de sí un palito

Muchas veces los amigos se presentan en casa con una botella de vino y el estómago vacío, y casualmente nuestra nevera está más o menos igual. Pero la cocina tiene mucho más de creatividad y paladar que de ingredientes muy rebuscados. Por eso, para los que no suelen meterse entre fogones habitualmente y los que son amantes de tener el frigorífico de adorno, hoy os traemos una solución que puede hacer de cualquier cosa un aperitivo divertido y original o una comida diferente: Las brochetas.

1. El pincho moruno.
En Almería, la tierra que me vio nacer, los "pinchos morunos" son bastante populares. Este plato, que habitualmente se encuentra en la carta de tapas de todo bar almeriense que se precie, consta básicamente de carne con un adobo muy currado y característico. Aquí puedes leer la receta si quieres hacerlos en casa. 


En algunos supermercados y carnicerías puedes encontrar la carne ya aliñada para hacer tus pinchos. 



2. Brochetas de pollo y piña.
Mi santa madre siempre ha acumulado latas y latas de conservas en casa (ya sabéis, por lo que pueda pasar). Y cierto es que mujer precavida vale por dos, porque siguiendo su tradición, yo me he hecho aficionada también a esta práctica ancestral de las madres. Así, experimentando un día en la cocina, conseguí unas brochetas de pollo y piña bastante ricas, utilizando eso: pollo y piña (en lata, sí). Además, si por casualidad tienes zumo de piña por casa (aunque puede valer el propio almíbar de la lata) no es difícil conseguir una salsa con la que acompañar nuestras brochetas. En esta web puedes leer una receta que te puede aportar alguna idea para hacer tu propia versión.

Si tienes piña natural, no dudes en usarla. Su sabor será más potente y el contraste con el pollo será más drástico. 
                                         


3. Brochetas de gambas.
Si tienes gambas, no necesitas mucho más aparte de ajos y perejil fresco para hacer unas brochetas de gambas al ajillo que pueden dejar loco al más sibarita de tus comensales. Puedes leer una versión de esta receta aquí

Si primero "sofríes" un ajito y perejil en un buen aceite y luego lo añades a tus brochetas, potenciarás el sabor. 
       


4. Brochetas caprese.
Soy una gran fan de todo lo que lleve el nombre "caprese", y por ende, de todo lo que lleve mozzarella y tomate. No lo puedo remediar. Me parecen sabores frescos, potentes y muy agradables a la que vez ligeros y sanos. Por eso, no he podido evitar más de una vez sucumbir a la tentación de deconstruir la típica Ensalada Caprese y darle un nuevo giro dramático. La versión brocheta es una de ellas. Aquí tienes una receta muy parecida, aunque nosotros nos decantamos por sustituir el queso fresco por mozzarella fresca y no utilizamos la lavanda sino que tiramos de nuestra amada albahaca.

Las brochetas "caprese" hechas con cherrys, tomates que concetran todo su sabor en un sólo bocado. 
    


Estas son las ideas que te damos en La Buena Boca, pero tu puedes tenerlas, y probablemente mucho mejores. Por eso, lo mejor que puedes hacer es irte a comprar unas brochetas, mirar que tienes por casa y ¡dejar volar a tus papilas gustativas! Y si te sale algo rico, ¡cuéntanoslo!


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