martes, 11 de noviembre de 2014

5 salsas que te cambiarán la vida

Los que tenemos buena boca sabemos apreciar cuando algo está bueno en sí y cuándo se le puede añadir un extra que haga que el resultado sea espectacular. Por eso, como somos buena gente, queremos compartir con vosotros cinco salsas clave que te volverán loco*. Hoy no hablaremos de esas grandes salsas que todos conocemos y que suelen acompañar a productos muy elaborados (Pedro Ximenez, Roquefort, Champiñones, etc), sino que hemos hecho una lista con las cinco salsas más sencillas (de conseguir o de hacer) y sabrosas que tienes a tu alcance. Todo muy de andar por casa, de domingo de resaca o de martes desastroso. 




1. Salsa Yogur.
Un clásico para los que son aficionados al kebab. Existen diversas marcas que la comercializan, pero si queréis hacer una salsa yogurt casera, rica y MUY BARATA, la receta es bien sencilla:

1 yogur natural SIN AZÚCAR 
2 cucharaditas de azúcar
Zumo de medio limón
2 dientes de ajo
Comino molido
Perejil fresco 
Pimienta
Sal

Tan sencillo como picar bien los dientes de ajo y añadirlos, junto con el resto de los ingredientes al yogur y reservar en el frigorífico hasta que la vayamos a tomar. 
Existe también la versión Hacendado, a la venta en Mercadona, pero sinceramente, vale muchísimo la pena hacerla uno mismo. 

2. Salsa Deluxe. 
¿Sois fans de McDonal's? ¿Compraríais toneladas de sus patatas y salsa deluxe? Si la respuesta a una de estas preguntas (o al menos a la última) es un rotundo SI sigue leyendo. 
Hace poco descubrí, escondida en una estantería de un recóndito supermercado, una de las 7 maravillas del mundo. La fabrica Hellmann's y se llama, sin más, "Salsa Patatas Deluxe". Porque si, porque ellos son así de majos. Saben que nos encanta y nos la fabrican. Como información extra os diré que las patatas exactamente iguales que las de McDonal's las tiene Dia% y las vende bajo el sensual nombre "Spicy Wedges".

3. Salsa Barbacoa. 
Otro de los greatest hits de MacDonal's, en sus célebres hamburguesas de pollo de 1 euro que ya no valen un euro sino 1,20.  Además, si alguna vez habéis visto "Comiendo en América" sabréis que los estadounidenses la veneran y la beben a litros. 
Sensacional, esta a la venta en muchas y diversas marcas, pero también, como no, en Mercadona. Y ésta última es con la que nos quedamos nosotros. Económica y con un sabor bastante aceptable. Para los sibaritas que no sean un topo (como yo) en la cocina, hay varias recetas. Nuestro chef  J.C. nos ha regalado su receta:


Receta Salsa Barbacoa

-1 cebolla
-1 pimiento verde
-1 pimiento rojo
-2 dientes de ajo
-1 brick de Tomate o Tomate frito 
-100ml Cocacola Light
-2 cucharadas de miel
-1 chupito whisky
-300ml Caldo de Carne o en su defecto agua y pastilla de caldo de carne
-1 zanahoria
- sal
-aceite
-pimienta
-perejil
-Hueso de jamón (opcional)
- Guindilla Cayena (opcional)

Lo bueno de esta receta es que admite casi todo lo que le pongas, a veces si quieres algo diferente admite también un chorro de zumo o fanta de naranja que le dara un toque muy divertido.

Comenzamos picando la cebolla bastante ,para que suelte todo,y lo vamos pochando con los dientes de ajo bien picados. Seguidamente añadimos los pimientos cortados en cuadraditos lo mas pequeños que podáis. Añadimos la zanahoria en daditos pequeños y vamos moviendo para que se mezcle todo. Aquí podemos añadir las guindillas desmenuzadas para el que quiera darle un toque picante (LÁVATE LAS MANOS INMEDIATAMENTE DESPUÉS DE MANIPULAR GUINDILLAS QUE COMO TE DES EN UN OJO VAS A LLORAR DE LO LINDO). Añadimos la  CocaCola Light. Puedes ponerle la que quieras, pero si le pones CocaCola normal sabe muy dulce... ¡Hazlo a tu gusto!
Añadimos el caldo de carne, bien puede ser uno casero, un brick o pastilla de caldo con agua. Recomiendo  que si vas a utilizar la salsa, por ejemplo, para acompañar costillas, cojas las costillas y las des un "sube baja" de minuto y medio en ese caldo. Esto hará que el caldo sepa mejor y también dejara las costillas mas tiernas. ;)
Añadimos luego a nuestro cazo el whisky y dejamos hervir a fuego muy lento unos 10 minutos, con un hueso de jamon si se tiene,para que vaya reduciendo. Después añadimos el brick de tomate o tomate triturado que dejaremos reducir (si es tomate triturado añadir un poco de azucar)  junto con la miel y las especias y... boila!

Hay gente a la que no le gusta encontrar "tropezones" en la salsa, pero podemos triturarlo con batidora o termomix. Esto, además, hará que todos los sabores estén más integrados y que la presentación sea mejor. 
Además, como en todo, cuanto mejor sea la calidad de los ingredientes que utilices, mejor será tu salsa.


4. Salsa olivada. 
Hay un sitio en Malasaña que se llama "Aliño" (para saber más sobre este sitio pincha aquí) en el que sirven comida sana y casera ( pero sana y casera de verdad), muy rica y además con menús para vegetarianos y veganos por una calidad/precio demasiado irresistible. Además, siempre tienen una musiquilla puesta en el local que da muy buen rollo y (por lo general) las pelersonas que te atienden suelen hacerlo muy bien y (muy importante) con una GRAN SONRISA en la cara. El caso es que allí sirven la salsa olivada más rica del mundo (y el que tenga que decir algo, que lo diga ahora o calle para siempre). No conozco ninguna marca o supermecado que la tenga a la venta (y si existe quiero saberlo), pero si que hay circulando alguna que otra receta por ahí.
Aquí os dejamos una, el que la pruebe, que me lo cuente. 

5. Salsa de miel y mostaza. 
Muy de moda últimamente (incluso han sacado unas patatas fritas de bolsa con este sabor), la salsa de miel y mostaza es súper fácil de hacer y, a vuestro favor diré que, por mal que os salga, siempre estará más rica que las que venden. Porque tengo que decir que hasta ahora no he probado ninguna que me guste de las que podemos encontrar en los supermercados. Es sencillísimo: sólo necesitamos 2 cucharadas de mayonesa, 1 de mostaza, otra de miel y un poquito de pimienta negra. ¡Y a gosarlo!



De cuando Gwen Stefani era guay.
            







*En La Buena Boca no nos hacemos responsables de que te vuelvas adicto a alguna de estas salsas. De hecho, te recomendamos el consumo moderado, aunque sabemos que es imposible.